¡¡FELIZ PRIMER "CUMPLESIEMPRE"!!


Hoy se cumple el primer año de la existencia de Siempre hay tiempo. Nuestro primer blog. Y ¿sábeis? Me siento superfeliz en esta reunión de amigos.


Hacemos un poco de “memoria”?

Todo empezó unos dias antes de redactar la primera entrada. Andando por internet supe de la existencia de este tipo de páginas: los blogs personales. Y de hecho estuve revisando varias páginas que facilitaban su creación. Pero, una vez visualizada su presentación, me parecían un tanto “estáticos”. Hasta que justamente Google me brindó la mejor solución: su sistema de blogs, denominado Blogger.

Así que rápidamente me registré. Y al pedirme un título para el blog y sin pensamiento previo, escribí: "Siempre hay tiempo". Si, me gustaba. Porque justamente coincidía con el principal motivo que propiciaba su creación. L.A, en su día me había comentado el porqué no retomaba mi afición a escribir y que habia dejado de lado justo por aquello de "la falta de tiempo" ¿Realmente no podia reservar un poquito de tiempo para ello?. Pero la época de escribir “relatos” o “patéticas” obritas de teatro ya quedaba muy lejos, lo había hecho por última vez 15 años atrás. Y por fortuna me di cuenta a tiempo de que mejor no seguir haciéndolo. Incluso las teclas de mi pc se podrían declararse en rebeldía, autobloqueándose como medida de precaución.

Pero sí me apetecía redactar “articulitos” (aunque dudo que sepa hacerlo como habréis podido comprobar). Ya fueran comentarios sobre la actualidad o mostrar mi desconformidad o no con algún tema. Todo ello basándome en algo que para mi es importante: que en el futuro, si al paso de los años me voy “aburguesando”, me sirva para retomar ese espíritu llámese no conforme con todo lo establecido o progresista, o vete tu a saber como denominarlo!!

Aunque para qué escribir solo para mi? Decidle vanidad (mi maestro en estas lides siempre me dice: Beth, los escritores debemos ser vanidosos.....bueno, yo de “escritora” poco, en cuanto al sentido “literario”, pero de escribir lineas...mucho...jajaja). Pero no, más que vanidad que es algo que creo que nunca ha formado parte de mi carácter, lo que me llevó a avisar de su creación fue algo que siempre me ha motivado: COMPARTIR.

Y así fué que, tras comentarlo con las dos personas que supieron de su existencia desde el primer momento (Alícia y Beto, los co-administradores) se fueron cursando las invitaciones. Pero, y aquí he de entonar el “mea culpa”, a veces no es tan importante la cantidad como la cualidad. Me explico. Fueron muchos a los que cursé dicha invitación, y casi todos tuvieron la bondad de registrarse. Pero, ahora, desde la nueva edición de este blog, donde solo invité a mis amigos del alma, me he dado cuenta de la gran diferencia en cuanto a interactividad que se ha producido. Antes se publicaban artículos, con gran frecuencia, pero comentarios a los mismos bien pocos. ¿Seria por que los integrantes se sentian un poco coartados ante tantas personas registradas? ¿Dónde quedaba el verdadero espíritu por el que fue creado?

Aquí como en todas las historias de la vida, también tuvimos nuestra “crisis”, que no puedo obviar en este resumen : Ya casi a punto de celebrar las 500 entradas, el “viejo” Siempre sufrió una desconfiguración en el diseño. No os voy a contar con detalle las quejas que tanto por aquí como por email sobre mi cayeron, cosa de la cual no me quejo, era mi responsabilidad solucionar el problema con premura. Y cuando obtuve una plantilla que de forma temporal, podía ayudarnos a salir adelante, se sumaron otras críticas que atentaban contra algo que para mi es una regla de honor: la libertad de expresión, de comentar lo que cada uno quiera y dónde quiera. Así como los prejuicios demostrados hacia un nuevo integrante. Eso si que es para mi algo inaceptable, pues atenta contra un gran valor: la tolerancia.

Aquí todos somos iguales, y nadie podía arrogarse la condición de creerse más que los otros por el hecho de “publicar más” (sic). Ni les daba poder para decirle a otra persona: que su artículo iba destinado a “otro” blog de nuestra comunidad. Y menos aún, con el menosprecio que demostraba al citar erróneamente el título del otro blog e incluso cuestionando qué tenia que ver este blog con el nuestro.

En cuanto al prejuicio demostrado ante la entrada de un nuevo integrante, solo me cabe decir: Nunca hemos de rehuir a las personas que en un principio parecen que están a años luz de nuestra forma de ser y de pensar, o sobre las que tenemos referencias “de segunda mano”, quizás justamente el hecho de que esté en las antípodas de nuestra forma de ver la vida, nos proporcionará otra visión de las cosas. Y si les hemos de juzgar, que sea de “primera mano”, sin intermediarios tendenciosos por medio.

Seguro que muchos de vosotros tenéis como buen amigo a alguien que en un principio considerabais que nunca podrías llegar a serlo.

Nunca en mi mente estuvo presente “moderar” previamente los artículos y comentarios que aquí se hicieran, ¿para qué? Seria absurdo sabiendo de que mis amigos, nunca escribirían nada que pudiera ser ofensivo para nadie. Y si, a pesar de ello, alguien el algún momento pudiera sertirse herido por alguna opinión vertida sin ánimo de ofender, el blog está totalmente abierto para mostrar su disconformidad. Y, llegado el caso, no dudaria en asumir mi culpa por no haber advertido a tiempo el problema -¿Os acordáis de lo ocurrido en el tema Argentina-Chile?, y aquí haciendo referencia a lo anteriormente dicho, las dos personas enfrentadas luego se hicieron buenas amigas, y eso es lo realmente bueno-. Y siempre tuvieron y tendrán las puertas abiertas de nuestra pequeña comunidad.

Y por último y no por ello mucho menos importante, os digo: Siempre hay tiempo (nueva edición), me encantaaaaaaaaa. Tengo aquí reunidos a todos mis amigos, mis super-verdaderos amigos y lo mejor es que ya os hicisteis amigos unos de otros.

Gracias Alicia, Amaranta, Hana, Maíta, Beto, Dubbo y L.A, por hacer de este blog vuestro lugar de encuentro, porque a fin de cuentas el blog ES VUESTRO.

Bufff perdonad, aunque parezca imposible, esta vez si que me sobrepasé con este artículo. Pero ¿cómo resumir un año de blog en pocas líneas?

Ya sé que estáis diciéndome: Beth a ver si aprendes a ser más escueta. Bueno, dadme el plazo de un año, y a ver si lo consigo para el futuro segundo aniversario.


¡¡Os quieroooooooo un montón!!!


¡¡Sigamos compartiendo...porque Siempre hay Tiempo!!


Beth “la monologista”

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