Hábiles excusas

"Sirve de excusa para todo: para el aumento de robos, y así, por la mañana descubrimos que han asaltado la tienda de al lado, o que intentaron forzar la cerradura del portal. Para los divorcios, que es posible que aumenten, porque el amor salta fácilmente por la mañana, como una alimaña asustadiza, pero también para la disminución de separaciones, porque cómo enfrentarse solos al mañana con la cabeza alta, muchas deudas y un sueldo menguado.

Sirve como disculpa para el ahorro y los comercios vacíos: es necesario ahorrar, dos dedos de grasa y dinero sobre el riñón para sentirnos seguros. También para el derroche, para el disfrute del momento y el capricho, para que amortigüen el miedo y compensen por los grandes gastos que no pueden realizarse.

Para todo sirve la crisis, como para todo sirvieron las guerras: para enriquecerse o para arruinarse por generaciones, para unir familias o para que se desgajaran definitivamente. Para que aflore, como el veneno de los colmillos de una víbora, lo peor del ser humano, o para que tengan lugar los más emotivos gestos de compasión y generosidad.

Quienes no hemos vivido una guerra, quienes hemos sido afortunados y sólo hemos oído hablar de ellas, haríamos bien en recordar lo que nos contaron los mayores: nos servirá el testimonio de los momentos extremos para no caer en ellos, o para aprender cómo comportarnos ante situaciones que no esperábamos.

Como avestruces, hemos hundido demasiado tiempo la cabeza en la arena.

La historia debería servir de algo."

Espido Freire

1 comentarios:

Beto dijo...

Cuantas veces en seminarios en los que he participado se ha mencionado que las cosas debemos verlas siempre por el lado positivo, una infinidad de veces, incluso me la he llegado a creer, pero si hago una remembranza, yo he vivido siempre en ese estado o como quiera que se diga, siempre en crisis, y se puede decir que ha sido en todos los aspectos, la crisis económica llevaba a las otras crisis en casa...pero hemos sabido capotear todos los temporales, de ahi empezamos a tomar las cosas hasta con cierta burla o sarcasmo, algunas de las cosas que yo les platico en esos seminarios son...
"yo vengo de una familia acomodada, si, èramos 7 hermanos, tres varones y cuatro mujeres, Mamá y Papá, y vivíamos en un departamento de 2 recámaras, un baño, una pequeña sala y un minicomedor, así que nos acomodábamos muy bien, comíamos a la carta... el que sacaba el as, comía algo de carne, yo siempre comí suficiente, cada que le decía a mi Mamá que si me daba un poco más, me respondía, no, ya comiste suficiente".
Al menos hay anècdotas con las cuales sonreir.