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Esta Semana Santa tampoco nos hemos librado de escuchar alguna tontería que otra por parte de algún político descerebrado. Berlusconi, en relación a los miles de evacuados por el terremoto en l’Aquila (Itália), se descolgó diciendo: “Que se tomen esta estancia en tiendas de campaña como un fin de semana en un camping”.

¡¡¡Se puede ser más *******!!! ¿ Cómo puede decirle esto a personas que han vistos sus casas derrumbadas, familiares y amigos muertos o en grave estado y sus recuerdos e ilusiones hechas añicos?

Señor (?) Berlusconi, hubiera tenido que hablar menos y unirse a los voluntarios que participaban en el desescombro. Seguro que algo hubiera aprendido: humildad y humanidad. Pero me temo que a la primera vibración de la tierra, quizás causada por un camión que pasara por allí cerca, saldría huyendo despavorido entre sollozos. No, sollozos no, que usted no puede permitirse ni una lágrima porque de tantas cirugías estéticas que se ha hecho no debe tener ni lagrimales y alguna jeringa con anestesia le habrá adormecido profundamente el corazón.