La Procesión de las Antorchas


Faltan pocos días, en la madrugada del próximo jueves 15 del corriente líderes, militantes, de Esquerra Republicana de Catalunya y simpatizantes del honor y de la justicia, como cada año, antorcha en mano recorrerán el mismo camino que hizo Lluís Companys i Jové, Presidente de la Generalitat de Catalunya, en el fatídico día de su fusilamiento en 1.940.


Lluís Companys, fue nuestro líder durante la Guerra Civil Española, teniendo que huír predipitadamente a Francia, cuando las tropas del General Franco ocuparon Catalunya en febrero de 1.939.


En agosto de 1.940 fue capturado por la Gestapo en su domicilio al norte de Francia.


Le trasladaron de nuevo a España, y el 15 de septiembre fue entregado al régimen del Dictador. Se le confinó en el Castillo de Montjuïc, hasta el momento de celebrarse el Juicio Sumarísimo (14 de octubre de 1.940), en el que se le condenaría a muerte. Dicho juicio estuvo plagado de irregularidades y de mentiras. La sentencia se sabía de antemano, todo fue una farsa disfrazada. Ahí está la Historia.


Cuando apuntaban las primeras luces del alba del 15 de octubre de 1.940, Lluís Companys hizo el último recorrida de su vida, flanqueado por soldados portadores de antorchas y un sacerdote. Le condujeron a través de un camino de escaleras hacia El Foso de Santa Eulalia.


En ese lugar, le esperaba el pelotón de fusilamiento, una hilera de hombres armados y el capitán. Le colocaron contra un muro, mirando hacia sus verdugos. Rehusó que le vendaran los ojos. Se descalzó.


La orden de disparar, acompañó al rugido del viento de ese día. Al descargar la ráfaga, el sonido de su voz entrecortada dijo: "Matáis a un hombre honrado". "Viva Catalunya". "Volveremos a sufrir". "Volveremos a vencer".


Con el pecho cosido a balazos, se desplomó en la hierba.


El capitán, se acercó a verificar la defunción. Desenfundó su pistola y disparó varios tiros hasta acabar con su vida.


Yo, soy apolítica desde hace muchos años, nunca simpaticé con Esquerra Republicana, pero no soporto la injusticia y menos las dictaduras.


Este señor merece que se le devuelva su dignidad, que anule el juicio tan repugnante al que fue sometido.


¿Sabéis?, escribiendo este artículo me he puesto a pensar... desde luego es una "putada" para los que disparan ver la mirada del reo. Nunca lo olvidarán. Es el peor castigo.


Presidente descanse en paz.



2 comentarios:

Beth dijo...

¡Visca Catalunya! ¡Tornarem a sofrir! ¡Tornarem a vèncer!

Si, estas fueron las últimas palabras de un Presidente que supo llevar a cabo su responsabilidad de dirigente máximo de una nación, Catalunya, hasta sus últimas consecuencias, sin ningún tipo de egoismo.

Maita dijo...

Yo,a pesar de ser anti-política tal y como digo siempre, cada año tengo un recuerdo hacia ésta persona que sufrió en propias carnesla represión de un régimen inhumano.
Siempre digo que me gustaría ir a esa procesión, para rendirle mi pequeño homenaje, pero me imagino que estará restringida.