En junio de 1964, el senador por Arizona Barry Morris Goldwater, nieto de un judío polaco que había emigrado a los Estados Unidos y miembro de la fascista John Birch Society, obtenía la candidatura republicana a la presidencia. Anticomunista visceral, Goldwater emprendió contra los demócratas una de las campañas más virulentas que los Estados Unidos hayan conocido, responsabilizándolos por “la degradación moral del país”.