A Idílico

Hola, Idílico:

Quiero dedicarte éste artículo en homenaje a tu valentía, a tu clase, a tu nobleza, a tu lucha hasta el último aliento.
Eres un toro precioso, con un pelaje marrón que te distingue de tus compañeros de la dehesa, que también son muy bonitos.
El 4 de octubre de 2008, estabas en los chiqueros de la plaza monumental de Barcelona (ciudad antitaurina), esperando salir al ruedo de arena, donde te esperaba capote en mano José Tomás, el matador nº 1 del escalafón.
Superaste con creces el primer tercio de tu lidia, el picador acabó harto de tí.

Las banderillas que te clavaron, poca mella hicieron en tu lomo de color marrón teñido de sangre.

Llegó la hora de Matatoros, te esperaba con la muleta para su lucimiento en el tercio final.
Ole, ole, ole, oleee, gritaban enloquecidos.

Idílico, cómo luchabas, cómo embestías, una, dos, tres...
Matatoros, gracias a tí se estaba luciendo de lo lindo, formabais una pareja de baile perfecta y compenetrada.
La plaza hervía, el público puesto en pié chillaba más y más olés.

Idílico, incansable...
Sonó el clarín, que avisaba a Matatoros, tenía que ejecutar la suerte suprema, el tiempo apremiaba.
El Respetable, gritó entonces: ¡Indulto!, ¡Indulto!, dirigiéndose al palco presidencial.

Transcurridos unos segundos eternos, asomó un pañuelo de color naranja...
Idílico, ibas a vivir.
Tu bravura, te salvó del estoque.
Entre un aluvión de aplausos, Matatoros te acompañó con su muleta hasta la puerta de chiqueros, se abrió y ahí empezó tu nueva vida.

Los veterinarios de la plaza, te hicieron una cura de urgencia, a la que respondiste de maravilla. Después, unos días en observación hasta tu traslado a la dehesa.
Idílico, estás guapísimo, muy recuperado, eso sí un poco triste. Imagino que todavía no has superado lo que te pasó.
No te preocupes, el tiempo lo cura todo. Buena comida, buen campo y bonitas vacas. Así, hasta que te llegue la hora, como a cualquier ser.
El 99% de tus compañeros, no tiene la misma suerte.

Por si alguien no lo sabe aún , yo soy antitaurina. Me ha costado un sacrificio ver el video de la lidia de Idílico. He podido soportarlo, porque sabía que el final era feliz.

Ha sido toda una lección, la de un toro llamado Idílico. Un beso muy fuerte.

5 comentarios:

Maita dijo...

Sobran las palabras.
Besos y buen fin de semana

Marta dijo...

Maita, me sumo contigo a la lucha antitaurina. No entiendo todavía como puede haber gente que haga del sacrificio de un animal un espectáculo. Yo ya hace meses firmé en la plaça Sant Jaume un escrito para poner fin a semejante salvajada. Espero que se una mucha más gente y podamos eliminar las corridas.

Beto dijo...

Maita, antes que nada decirte que tu entrada me encantò, hiciste una narraciòn que cualquier tipejo que se dedica a eso en la radio o la televisiòn, ya quisieran.
Yo tambièn soy antitaurino, pero como decìa mi abuelito, una corrida de toros es...
Un toro en el ruedo, y miles de bueyes observàndolo.
En fin Maita, felicidades.

Maita dijo...

muchas gracias amigos por vuestras palabras, he escrito éste artículo con todo el cariño del mundo hacias éstos seres que son torturados para que un puñado de sádicos satisfagan su instinto...

Mientras viva, seguiré denunciando los malos tratos hacia cualquier animal.

besos, os quiero.

Maita dijo...

muchas gracias amigos por vuestras palabras, he escrito éste artículo con todo el cariño del mundo hacias éstos seres que son torturados para que un puñado de sádicos satisfagan su instinto...

Mientras viva, seguiré denunciando los malos tratos hacia cualquier animal.

besos, os quiero.