Sabor Agridulce

El próximo Lunes 9 de Noviembre, celebro el décimo aniversario de haber dejado el tabaco. A decir verdad, no sé cómo he tenido la voluntad de conseguir alcanzar 10 años sin un cigarrilo entre mis labios. 10 años sin su olor característico que tanto irrritaba a mi marido y a mi hijo, 10 años sin ir a un estanco o a un bar a cualquier hora del día o de la noche con tal de no quedarme sin municiones para afrontar el resto de la jornada, 1o años sin oir un pitidito caraterístico en mi garganta en el silencio de la noche,después de un abuso nicotínico. Fueron cerca de 30 años con un cigarrillo en la mano, cerca de 30 años de fumado compulsivo,cerca de 30 años de no saber qué intérvalo de tiempo dejaba entre uno y otro, cerca de 30 años de ser capaz si hubiera dado lugar de pagar 3 veces el valor de una cajetilla antes de quedarme sin un puto pitillo que echarme a la boca.
Soy consciente de que soy fumadora,eso quiere decir que un solo cigarro podría llevarme otra vez a la esclavitud que tanto detesto, pero a día de hoy confieso que estoy tranquila no echo de menos el tabaco, por lo tanto me resulta muy fácil no acordarme de él. No soporto que algo tan insignificante como un trozo de papel con veneno dentro llegue otra vez a dominar mi voluntad.

El sabor agrio lo pone el aniversario de la muerte de mi gatito tal día como ese del año 2004.
Nicolás vivió con nosotros 12 años, lo recogimos de la calle ya adulto. Murió de cáncer a los 17 años + o-
Su existencia fué muy feliz lleno de cariño, de mimos era uno más.
Lo último que vieron sus ojos fué la cara de sus amos,el veterinario le puso una inyección para que no sufriera más, y así se durmió plácidamente en mis brazos.
Tengo en casa una urnita con sus cenizas.

El 9-11, es para mí de por vida una fecha agridulce.